De los calderones a los Amargones (1898 m).

De los Calderones a los Amargones

Ficha de la ruta

Zona geográfica	Noroeste de la provincia de León , zona de la Magdalena
Entorno	Monte, garganta de rocas verticales, bosque  y monte bajo
Tipo de ruta	Camino carretero, senda, cortafuegos y trochas de ganado
Inicio/ fin	Piedrasechas
Distancia aproximada	Aproximadamente 11 Kilómetros.
Tiempo aproximado	Alrededor de 4 horas, con paradas para comer y descansos
Desnivel	Aproximadamente 750 metros de subida.
Dificultad	Fácil. Interesante en invierno.
Observaciones	Vista maravillosa  a las montañas de Gordón, Luna y la Tercia

Consideraciones previas

Los Calderones

La zona de los Calderones es uno de esos lugares que podemos visitar en cualquier momento porque se encuentra muy cerca de León y es una zona muy agradecida, con hermosos paisajes, gargantas verticales y rutas distintas en las que buscar refugio en nuestra soledad. Una de las características de esta ruta es debida a la permeabilidad de la roca y consiste en que durante la mayor parte del año a lo largo de toda la garganta de los Calderones el arroyo va sumergido y no aparece, por lo que podemos caminar a lo largo de su cauce sin problemas. Al final reaparece en el Manadero, una fuente que no se por qué extraña razón vemos últimamente tapiada, y que da nombre a una virgen que encierran en una cueva los habitantes de la zona. Sin embargo durante la época del deshielo (meses de abril y mayo)  el arroyo fluye y si lleva demasiada agua no es posible superarla por la ruta normal.

Desarrollo de la ruta

Collado del Fito

Comenzamos nuestra ruta en Piedrasechas en dirección a los Calderones. Ya  al comienzo vemos la roca del Serrón, que está llena de vías de escalada hasta hace poco equipadas y que ahora dicho equipamiento ha desaparecido. En una de nuestras incursiones por la zona nos encontramos con Julio y otro compañero del club Peñas de Prado que estaban equipando otras vías y nos dijeron que alguien había quitado las placas debido a la inestabilidad de la roca.

Cumbre

 Tras un corto paseo entramos en los Calderones. Se trata de uno de esos estrechamientos de la roca que existen en bastantes lugares de la Cordillera Cantábrica, un lugar muy bonito en el que se ven perfectamente los pliegues de las rocas al comprimirse durante los plegamientos del Cuaternario.

Vista esde la cumbre

Tras un paseo entre rocas que merece la pena hacer, llegamos al final a una pedrera donde se suaviza la cuesta, vuelve a verse el arroyo de los Calderones, y se termina la roca, abriéndose el bosque. Poco después nos encontramos con una hermosa cascada de unos tres metros de caída y continuamos nuestra suave ascensión hasta llegar a los prados de Santas Martas, donde hay una caseta. En este punto abandonamos el arroyo de los Calderones y tomamos el de Pernaliega que nos lleva siguiendo una pista hasta el alto del Fito, desde contemplamos una hermosa vista hacia la zona de la Robla y del Fontañán.

En el bosque

A partir de aquí tomamos una de las varias pistas que han roturado el bosque en estos últimos tiempos, y desde allí nosotros nos  encaramamos a un cortafuegos por el que en línea recta, llegamos a la cumbre de los Amargones.

La vista desde los Amargones es muy completa. Se ve la ciudad de León, la zona de Gordón y las montañas cercanas: las Tres Marías, el Fontún, el Cerro Pedroso, el Polvoredo, Cueto de San Mateo, Fontañán, y a lo lejos el Peñacorada y el Espiguete entre otros. Como muchos picos que hemos subido es una cuesta fea pero con una hermosa vista. 

Bajada

Volvemos a bajar al Fito por otra ruta y desde allí bajamos en dirección a Cuevas de Viñayo pasando entre la Peña de la Rueda y el Pico de Santiago, que en parte nos tapaba la vista de León. En este tramos hay unas extrañas formaciones rocosas que nos entretenemos en contemplar y fotografiar, hasta que llegamos a una fuente. La ruta va hacia la derecha, pero decidimos seguir por el arroyo de Cuevas y pronto nos damos cuenta de nuestro error porque el camino se perdía, y nos adentramos en zona boscosa muy cerrada, por lo que subimos al pequeño collado de la Pinganeras y bordeamos la zona rocosa introduciéndonos de nuevo en la espesura del bosque. Tras seguir por la ladera sin perder altura decidimos bajar hasta el arroyo Bustión y desde allí tras una remontada entre tierra y  matorral llegamos al colladín del Columbrillo y más tarde bajamos de nuevo al Serrón y a Piedrasecha, donde nos esperaba la cena en el bar el Manadero.

Mapa de la ruta

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